Una cena exclusiva, sólo 20 personas: menú y lugar desconocido…
¿Te interesaría participar en una cena para 20 personas, una experiencia gastronomica al estilo speakeasy en la cual no sabes dónde se llevará a cabo hasta un día antes, dónde hasta que llegues te enterarás cuál será el menú de la noche? Si tu respuesta es afirmativa, debes conocer el genial proyecto Mesa B de Jair Téllez y Milena Pezzi.
En Mesa B, vivirás una noche donde la anticipación y la incertidumbre son reemplazados desde el minuto en que llegas al lugar, por una cálida bienvenida y la certeza de que la noche será espectacular. Una cena ideal para aquellos foodies quienes gozan de aventuras únicas en la capital del país.
Jair Téllez, no es ningún novato, si has probado su cocina ya sea en la Ciudad de México en sus restaurantes Amaya y Merotoro, o en el Valle de Guadalupe en Laja, sabes que el sabor y el cuidado en cada ingrediente está garantizado.
Estuvimos en la edición número siete de Mesa B. Al llegar a un edificio en la colonia Juarez entramos a un salón grande acondicionado para la ocasión, la iluminación es tenue, hay DJ poniendo música que te anima, pero te deja platicar, nos sentimos cómodos y de repente el ajetreo del día desaparece.
En este lugar nos recibió Milena con una copa de vino espumoso de Viña Bichi, la productora de vinos naturales de Jair. Para aquellos que no somos expertos en el tema de los vinos, sin meternos en tecnisismos, estos vinos siguen procesos de elaboración que respetan más que los tradicionales la naturaleza y usan mínima intervención. Este tipo de producción es única en el país.
En cada silla esperaba una hoja con nuestro nombre y una descripción casi poética de todo lo que probaríamos. El tono de la cena fue relajado y la comida servida para compartir. El proposito era convivir y disfrutar. Todo el tiempo tuvimos vino de etiquetas poco conocidas de tinto, rosado y más tinto que iban y regresaban, sobre la mesa había pan recién horneado y conversación que nunca paró. Tuve la oportunidad de compartir Mesa B con gente sumamente interesante, desde una actriz de teatro, un señor que diseña museos, hasta un diseñador industrial propietario del despacho La Metropolitana quién proporciono los muebles para aquella noche.
Nos ofrecieron un menú de cuatro tiempos. Para empezar, probamos chirivías fritas (similar a la zanahoría blanca), escabeche de pimientos a la parrilla, ejotes y un protagónico tomate son sal y aceite. Seguimos con lo que nos presentaron como el plato simple-complicado: pappardelle con cangrejo y hongos silvestres. Continuamos con un cochinillo que fue horneado durante cuatro horas, relleno de acelgas e hinojo acompañado de arúgulas y puré de salsifí (vegetal con sabor similar a la alcachofa). Cerramos con una tarta de ciruela espectacular y un riquísimo mezcal de agave tobasiche.
En la octava edición de Mesa B, que ocurrirá un día de agosto en algún lugar desconocido de la ciudad, no podemos decirte que esperar, pero lo que es una garantía, como dice Jair, es que habrá comida rica.
Esta experiencia gastronómica pudiera parecer extremadamente cara, sin embargo el costo por persona de $2,000 pesos bien lo vale.
Para más información y reservaciones escribe a mesabmex@gmail.com o visítalos en Instagram @MesaB_MX